Mira por donde que entre bailes de swing y la fiesta de cumpleaños de Èlia, nos encontramos. Entre algun baile y un par de cenas nos interesamos el úno por el otro, así que la propuesta de un par de citas surgió. Yo la invité a descubrir el Lluçanès y ella me invitó a ir al Petit Pau.
Pero la primera cita fue previa a estas dos propuestas. El Lluçanès era una cita fuerza arriesgada, y el Petit Pau, un restaurante bastante caro para un primer encuentro, así que Marta me propuso un cita más sensata… un 13 de julio de 2016, fuimos a cenar a Can Rivera, un pequeño retaurante del barrio de Sants con platos vegetarianos y también carnívoros, donde pudimos hablar largamente. Tanto, que se me escapó el último tren, y volví en taxi.
Nos volvimos a encontrar 5 días después, el 18 de julio, a hacer alguna que otra cervecita. Este día se nos hizo tarde a los dos!… y formalizamos que empezábamos a salir juntos.
El fin de semana siguiente ya corríamos por Lluçanés!