Empezamos nuestra relación el 18 de julio, pasamos una parte del verano conociéndonos, fuimos a la playa juntos, a ver el cine a la fresca … Pero unas semanas después yo me iba a pasar unos días a una casa rural de la sierra de Madrid con mis amigas, unos días a Salamanca y después un curso de meditación en Avila. Y Toni se propuso para ir a buscarme en coche a la salida del curso!
Cuando se lo conté a nuestra amiga en común, Élia, se quedó a cuadros y me dijo: pero si no va a llegar con su coche, que está muy lejos! Toni estaba dispuesto a llegar con el super Micra cruzando Castilla y yo confiaba en él.
Pero el destino quiso que no fuera así… el coche se había averiado y costó más tiempo arreglarlo de lo que pensaba… así que finalmente decidió coger un coche de alquiler y hacerse una ruta de vinos por la Rioja antes de venir a recogerme (mientras yo intentaba concentrarme en la meditación pensando en él). Así que a la salida del curso… apareció Toni subido a un Audi último modelo (y diciendo “este coche no es mío”)!
Juntos de nuevo volvimos a Barcelona, parando a dormir en un pueblo precioso, Calatañazor, que nos enamoró por igual a los dos (o nos enamoramos más aún en este pueblo). La verdad es que el viaje fue mucho más cómodo con el aire acondicionado y sin vibración…nunca sabremos si Toni hubiera sobrevivido al viaje con el super Micra!
